Para analizar el crecimiento colombiano en la región bolivariana, hay que mirar al pasado y confirmar una constante evolución deportiva, que en la última década ha permitido al país subir el nivel y afianzar la idea de ser potencia deportiva continental, que ya es una realidad en la Organización Deportiva Bolivariana, en un momento coyuntural que deja ver retroceso venezolano y desarrollo colombiano.
Por 51 años, Venezuela fue el monarca de la región bolivariana. Ganó 13 ediciones de Juegos Bolivarianos de manera consecutiva, con el pico más alto en la edición de Sucre-2009, justo cuando iba subiendo a su cumbre más alta de la historia, porque en las justas bolivianas, Venezuela impuso récord de medallas de oro: 200. Iba llegando a su pico, a dejar el listón más alto de su historia.
La medalla de oro de Rubén Limardo en la esgrima de los Juegos Olímpicos Londres-2012 fue la tercera dorada de la historia venezolana, que frenó una sequía de 20 años sin oros, allí puso Venezuela su bandera en la cima más alta y ese gran logro deportivo fue el inicio del descenso. En Londres tocaron el más alto rendimiento de los últimos años, pero después de ese oro, iniciaron las Olimpiadas que marcaron la superioridad colombiana y el inicio de una nueva era deportiva en la región bolivariana.
Luego de Londres-2012 vino un nuevo ciclo olímpico que se inició en Trujillo-2013, en territorio peruano, donde la delegación colombiana dio el primer golpe de autoridad al cortar la racha venezolana de 51 años y 13 títulos, porque con 166 medallas de oro se alzó con la corona bolivariana, con sólo cinco oros de diferencia sobre la potencia del momento: Venezuela.
Esa cita dio comienzo a un ciclo olímpico de lujo para Colombia, con segundo lugar de Suramérica, tercero de Centroamérica y el Caribe, sexto de América y vigésimo tercero del mundo en Río-2016. Ahora el reto es el camino a Tokio-2020 y del 11 al 25 de noviembre, en Santa Marta, el Equipo Colombia escribió una nueva historia, un nuevo hecho que llena de felicidad a todo un pueblo deportivo que a diario se esfuerza por dejar la bandera de Colombia en lo más alto del podio.
El título de Santa Marta 2017
Con la responsabilidad de retener el título y hacer respetar la condición de anfitrión, se dio inicio a la XVIII versión de los Juegos Bolivarianos, con Santa Marta como sede y Cali, Ciénaga y Bogotá como subsedes, para ver la disputa por 469 medallas de oro entre 11 países, los seis integrantes de la Odebo y cinco invitados que fortalecieron las competencias.
Luego de 15 días de actividad, con medallistas de oro olímpicos como Mariana Pajón por Colombia y Rubén Limardo por Venezuela, así como otros tantos destacados en cada deporte por ser medallistas olímpicos y mundiales, las justas deportivas deleitaron a los samarios, que respondieron a la altura de la exigencia y siempre llenaron las tribunas dispuestas por la organización, que en muchos casos se quedaron pequeñas para el entusiasmo de los aficionados.
Colombia estuvo presente en 45 disciplinas deportivas. En 39 hubo al menos una medalla de oro y en otras cinco ganó al menos un bronce, lo que muestra el desarrollo deportivo colombiano a gran escala, no sólo en algunos deportes, sino en la mayor cantidad de modalidades. Sólo el bádminton y natación en aguas abiertas no subieron al podio.
Así mismo hubo deportes de conjunto que también dieron el 100 por ciento en cuanto a medallas de oro, como el fútbol y el baloncesto que ganaron las dos ramas, masculina y femenina o el softbol, que ganó su competencia femenina y el béisbol junto con el polo acuático y el fútbol sala en masculino.De las 45 disciplinas deportivas, Colombia se quedó con el título general de 27, lo que marcó la supremacía constante en el medallero general, en el que el país anfitrión se adjudicó cerca del 30,7 por ciento del total de la medallería disputada, un registro estadístico que crece al registrar sólo las medallas de oro, en las que tuvo 45,5 por ciento del total de los primeros puestos, en una cifra sin precedentes para el deporte colombiano y que marca un inicio de ciclo olímpico impecable, el mejor de todos los tiempos, para empezar a escribir la historia colombiana camino a Tokio-2020.
En 2018 las citas colombianas serán en los Juegos Suramericanos de Cochabamba en Bolivia, del 26 de mayo al 8 de junio; luego vienen los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla, del 19 de julio al 3 de agosto; para el 2019 se vienen los Juegos Panamericanos de Lima, del 26 de julio al 11 de agosto; y el ciclo olímpico se completa en el 2020 con la cita en Tokio, del 24 de julio al 9 de agosto, donde Colombia cerrará una olimpiada que acabó de iniciar en Santa Marta-2017.