57 años de cárcel por matar a tres en Valledupar  

La condena que le fue impuesta a Brayan Javier Valencia Tovar por el juzgado segundo penal del circuito con funciones de conocimiento a 57 años de cárcel por un atentado criminal que dejó tres hombres muertos en el estadero Cacerolo, en el barrio Villa Corelca, en Valledupar, el 23 de mayo de 2011; fue revocada en segunda instancia por la sala penal del Tribunal Superior de Valledupar la semana anterior.

Valencia había sido sentenciado por homicidio agravado sucesivo en concurso heterogéneo con porte ilegal, tráfico y fabricación de armas de fuego, sin embargo, aunque fue absuelto por los tres homicidios, al hombre le ratificaron la condena por el porte de arma, a 5 años de prisión, por lo tanto, son 52 años de pena que le revocaron al hombre natural del Valle del Cauca.

La lectura de fallo contra el procesado se desarrolló en julio pasado y desde ese instante el abogado defensor, Rafael Francisco Palacio, apeló la decisión al considerar que no habían las pruebas necesarias que determinaran la participación de su cliente en ese triple homicidio.

Durante el juicio contra Valencia, que se prolongó por más de 20 meses, la Fiscalía presentó como testigos a tres policías que participaron en su captura ocurrida minutos después de cometerse el ataque a tiros por el cual murieron las tres personas que departían en una de las mesas del estadero.

Los funcionarios manifestaron durante su comparecencia que ellos persiguieron al sospechoso, le encontraron una pistola 9 milímetros marca Glock y fue puesto a disposición de las autoridades competentes. La investigación de la Fiscalía 17 seccional, encargada del caso, argumenta que el hombre era coautor del triple crimen y por tanto debía ser condenado.

El ente acusador sostuvo que el procesado no fue quien disparó, sino que estaba en la escena del crimen acompañando al sicario que haló el gatillo para apoyarlo por si el atentado fallaba o se acercaba la Policía. El término usado para catalogar la función de Brayan Javier Valencia fue  ‘campanero’.

Sobre esto, su abogado defensor Rafael Palacios manifestó que esa tesis no prosperó y nunca se pudo comprobar, porque dentro del juicio la Fiscalía no presentó al menos un testigo que afirmara que vio a Valencia participando del hecho criminal, solo las declaraciones de los policías que únicamente participaron en la persecución.

Señaló que los testimonios de los uniformados son pruebas de referencia y estas no pueden ser tomadas como fundamentales para culpar a alguien de cometer un delito, “porque chocan con lo que dicta el artículo 381 del código de procedimiento penal, en el inciso segundo, el cual manifiesta: ‘No se podrá dictar sentencia condenatoria con meras pruebas de referencia’. Esto se usó como argumento para apelar la condena en contra de mi cliente”.

En el fallo desarrollado el miércoles de la semana pasada la Sala Penal del Tribunal Superior de Valledupar revocó la condena por los tres crímenes tomando como referencia el argumento de la defensa y consideró que no había pruebas suficientes para determinar la responsabilidad de Valencia. “Las pruebas de la Fiscalía no daban el mínimo grado de certeza para poder dictarle una sentencia condenatoria. El Tribunal ratificó la condena por el porte ilegal de armas de fuego a 5 años de prisión, pero espero que mi cliente no dure mucho en la cárcel, pues desde su detención han pasado más de 36 meses, es decir tiene más de la mitad de la pena que le impusieron”.

La Fiscalía tiene 60 días para presentar el recurso de casación por la decisión del Tribunal para que, ahora, el proceso pase a la Corte Suprema de Justicia y esta decida si ratifica la absolución a favor de Valencia Tovar o considera que hay méritos para condenarlo, como lo hizo en primera instancia el juzgado con funciones de conocimiento.

Las personas asesinadas fueron Alexánder de Ávila Quintero, Humberto Miguel Ríos Araque y José Alfredo Gámez Valencia. Los hombres estaban departiendo desde el mediodía cuando fueron sorprendidos por el ataque a bala del sicario. En su momento, las autoridades manifestaron que el hecho estaba relacionado con un ajuste de cuentas.