Historia: La inseguridad no nos deja avanzar

Por Adalberto Ariño

La inseguridad no nos deja avanzar. Valledupar es una ciudad con más de 443.000 habitantes. Es la tierra de los Santos Reyes y del Cacique Upar, donde se pueden ver magníficos paisajes y donde se encuentran atractivos turísticos como el río Guatapurí. Esta misma ciudad, bella, por cierto, ha venido sufriendo desde hace muchos años una oleada de actos delincuenciales por personas que no tienen ningún escrúpulo para cometer cualquier ilícito.

Uno de los acciones delictivas que más se está presentando en Valledupar es el hurto, ya sea a vehículos, elementos personales, vivienda y demás. Seguramente usted ha sido una de estas víctimas, y digo seguramente porque en todo lado, en cada esquina, en cada cuadra, en boca de todos los vallenatos se narran historias de este tipo.

En las últimas horas y de manera increíble sucedió un hecho que ya no es nuevo para el dueño de la Ferretería la 44 ubicada en cercanías del colegio Milciades Cantillo, al sur de esta ciudad. Sujetos ingresaron por el techo y se llevaron materiales de construcción avaluada en unos 20 millones de pesos. No es un número menor. Acá lo realmente increíble es que esto no ha sucedido ni una, ni dos, ni tres, ni cuatro, sino cinco veces que ha sido hurtado este negocio de ventas de materiales para la construcción. Es realmente extraordinario que reiteradamente asalten un humilde negocio que tiene por dueño al señor Edgar Duarte Durán, quien es oriundo del corregimiento La Fuente, municipio de Zapatoca, Santander. Él lleva 35 años en esta ciudad tratando de salir adelante, pero hace un año ha venido siendo víctimas de los ladrones, quienes le están arrebatando sus sueños y ganas de tener un futuro mejor.

Según el afectado hace 16 meses los ladrones iniciaron sus acciones delincuenciales en contra de él.  En el primer robo se llevaron $60 millones, en el segundo robo 40 millones, en el tercero 55 millones, en el cuarto 40 millones y en este último 20 millones más, todo entre materiales y efectivos para un total de 215 millones de pesos.

No es fácil tener que levantarnos e ir a nuestro negocio y tener que encontrarlo saqueado y casi vacío porque los ladrones hicieron de las suyas.

Hoy, al señor Duarte Duran se le puede ver triste, desconsolado, sin ganas de continuar con su negocio, porque no es fácil tener que levantar tu empresa luego de un hurto y mañana vuelva a ser saqueada. Para nadie es fácil.

A él se le puede ver decepcionado, porque según cuenta las autoridades muy poco le han colaborado con su caso. Y está claro, porque desde hace 16 meses que fue el primer robo es la hora y no hay capturas a pesar de instaurar las denuncias correspondientes.

Con sus ojos llenos de lágrimas afirmó que su caso es decepcionante, porque lo que construyó durante muchos años se lo han venido quitando poco a poco y misteriosamente.

Por supuesto que no es fácil asimilar situaciones como estas, en donde como personas entregamos el 100% de nuestros esfuerzos; de nuestro tiempo; de nuestras ganas y de un momento a otro ese horizonte de éxito los ladrones lo opacan.

Esta escena triste y dolorosa es la que viven muchos vallenatos, quienes quieren progresar y ser exitosos en todo los sentidos, pero la inseguridad que se vive en las calles no los deja avanzar.