Por: Agencia de Noticias UN
Fraguador de pisos cerámicos facilita trabajo de obreros. El equipo, diseñado para realizar el lechado de las juntas de pisos cerámicos –procedimiento que tradicionalmente se ha hecho de forma manual– está adaptado para dos tamaños, entre 3 mm y 10 mm.
El equipo debe ser operado por una persona, quien se encarga de transportarlo por las áreas destinadas para la labor, evitando así las posiciones incómodas de los maestros de obra, quienes trabajan inclinados.
Para que el fraguado sea de buena calidad debe haber un ángulo de 45° entre el piso y la “llana”, herramienta con la que se aplica la mezcla. Sin embargo resulta difícil mantener esa relación durante toda la sesión, a lo que se suma la tarea de verificar la homogeneidad del material y su apariencia.
El fraguador de pisos cerámicos –que se enciende y se apaga con un botón– aplana la mezcla después de distribuirla por las juntas, lo que mantiene su homogeneidad. Esto es posible gracias a un tanque plástico de almacenamiento de 600 cm3 y a un motor de 12 voltios y 120 revoluciones por minuto, el cual tiene una hélice que hace que el material esté en constante movimiento.
“El tiempo de aplicación es el mismo que el del método tradicional, pero la principal ventaja del prototipo es que permite que el trabajo sea más sencillo y evita riesgos, como por ejemplo una lesión lumbar”, afirma la estudiante Kelly Díaz, de Ingeniería Física de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Medellín.
El diseño se desarrolló en el programa informático Solid Edge, en el cual se hizo el modelado en 3D y se generaron los planos de cada una de las partes. El prototipo está elaborado en acrílico, aluminio y polietileno, de 25 cm por todos sus costados: alto, ancho y largo.
Para evitar que la mezcla caiga en zonas diferentes a las que el maestro de obra requiere, en la parte delantera del fraguador se fijó un tubo guía estándar de 3 mm, que es una pieza intercambiable.
“El equipo es innovador en el país, pues lo más parecido que existe en apariencia es una pulidora de pisos, la cual tiene una función totalmente diferente”, aclara la investigadora.
“Es una idea importante porque no se había desarrollado antes y sería excelente que se aplicara en el campo de la construcción para mejorar la labor del sector”, agrega.
Para probar el funcionamiento del fraguador se preparó la mezcla de lechado, se encendió el motor y se ratificó que se transportara por una manguera hasta llegar al tubo guía.
Según la investigadora, en el desarrollo del prototipo se aplicó la física para calcular la presión del tanque y el torque, que es la rotación ejercida después de aplicar una fuerza. Este es proporcionado por el motor que hacer girar el sistema de una bomba peristáltica, de tal manera que los rodamientos apliquen la suficiente fuerza para empujar la mezcla hacia la salida de la boquilla, detalló.
Aunque el fraguador no está adaptado para usar en paredes, es posible hacerle ajustes para que realice esa función.
En la creación del prototipo, cuyo costo de fabricación es de 200 mil pesos, también participaron los estudiantes Andrés Felipe Rendón Arango y Andrés Felipe Bedoya Arenas, de Ingeniería Física.