Los abogados de Jesús Santrich, Gustavo Gallardo y Eduardo Matyas, insistieron ante el magistrado del Tribunal Superior de Bogotá que había aprobado el habeas corpus el mismo viernes, que su orden de libertad no fue acatada por el Inpec, por lo tanto fue ilegal y por lo que se estarían vulnerando los derechos de Santrich.
Gallardo y Matyas presentaron un oficio, ante el despacho del magistrado Dagoberto Hernández Peña, para que “reiteraren la orden de libertad inmediata resuelta en el amparo habeas corpus concedido a Seuxis Paucias Herández Solarte, quien se encuentra privado de la libertad en desacato a lo ordenado en el Habeas Corpus”. También solicitaron que se oficie a la Fiscalía para que “informen sobre los motivos con que se solicitó la nueva orden de captura”.
Los abogados también relataron en el documento que su cliente “Santrich nunca alcanzó un solo momento de gozar de su autonomía personal, de ejercer la libertad de locomoción, ya que nunca salió del control del Inpec, Institución que lo traslado hasta la puerta y nuevamente lo reingresó luego de habérsele notificado allí una orden de captura por ‘narcotráfico y concierto para delinquir para narcotraficar’ expedida el día anterior”.
Finalmente, la noticia de que le había sido concedido el habeas corpus a Santrich se conoció, al tiempo que trascendió que el exjefe guerrillero se había autolesionado. La libertad de Santrich se tornó efímera, cuando ese viernes, justo cuando salía de la cárcel, hombres del CTI le informaron que estaba detenido, nuevamente.